2/TRADUCTORES DE BOSQUES

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En 2021 se produjeros los primeros 2 prototipos “traductores de bosques” para el aumento informacional de diversas especies vegetales (testados ya con un Buxus sempervirens –conocido comúnmente como boj– y un Ficus benjamina) cuya monitorización de datos se asoció a unos sonidos especialmente compuestos para el proyecto, integrados en un paisaje sonoro generativo. Son 2 instalaciones híbridas (materiales/virtuales, off-line/on-line) que monitorizan nueve estímulos ambientales externos que afectan a la planta, y tres de sus reacciones internas, todo en tiempo real.  

En la interfaz de la pantalla de la tablet, el espectador/visitante puede interactuar con un programa de realidad aumentada, donde se traduce a gráficos y sonidos generativos (que se pueden apagar y encender selectivamente y asociarse a estímulos y reacciones concretas) enviados por los sensores instalados en la obra con varios microcontroladores (Esp32, Arduino-MKR, SmartCitizen) a través de un software que recibe, mapea, muestra y reenvía los datos vía OSC a la app instalada en la tablet. Dichos sensores miden los siguientes parámetros:
● En la columna de la izquierda: [Blanco] intensidad de la luz ambiente; [Gris] cantidad de CO₂ y de volátiles orgánicos en el aire que emite la planta, una reacción interna que varía de la noche al día, incluso cuando hay mucha gente cerca de la planta; [azul claro] humedad en el aire y cerca de la tierra; [Rojo] la temperatura en el aire y cerca de la tierra; [Amarillo] la temperatura de las hojas, cuyo valor –que podemos considerar como una reacción interna– es facilitado por una cámara termal, y que nos puede indicar si la planta se está estresando (o incluso, si lo queremos interpretar así, si tiene fiebre); [Magenta] el valor del pH en la tierra; [azul ultramar] el nivel de humedad dentro de la tierra.

● En el centro de la visualización: el nivel de verdor reflejado por la hoja, facilitado por un espectrómetro que mide el gradiente de la función clorofílica reflejada en el verdor máximo y mínimo. Dentro del perímetro de su círculo central, se encuentran flotando 10 círculos que hacen referencia a los parámetros que se referencian en la leyenda de la izquierda. Cuando estos círculos están en posiciones altas, consideramos que los valores son óptimos, y cuando están en posiciones bajas, los sensores arrojan valores mínimos. De esta forma es fácil tener una impresión del estado general de la planta, antes de recurrir a la lectura contrastada de todos y cada uno de los valores monitorizados.


● En la columna de la derecha: el ruido ambiental en sala. La intensidad de las ondas sonoras, que rebotan y percuten sobre todo objeto/sujeto circundante, también termina afectando a la planta, anunciando la presencia humana, calentando el ambiente, y también, incluso, aumentando los valores de CO₂ y de la cantidad de volátiles orgánicos en el aire, afectando a la modularidad generativa del paisaje sonoro.